Todo sobre la nueva normativa de prevención de riesgos en el taller

28 de Enero de 2019

Evitar los riesgos laborales en el taller más frecuentes debe ser una cuestión indispensable para cualquier centro de reparación. Las lesiones, las caídas o las quemaduras forman parte de la actividad laboral diaria; no obstante, el riesgo debe ponernos en alerta para tomar las medidas pertinentes para prevenir estas situaciones.

En este sentido, es importante hacer especial hincapié que en el 2020 todas las personas que trabajen en un taller mecánico deberán estar correctamente formadas en prevención de riesgos laborales. Con el año recién estrenado, se debe enfocar como un proceso obligatorio por el que todos los centros de reparación deben pasar. En caso contrario, podrían recibir sanciones administrativas.

Los talleres no pueden hacer caso omiso de la normativa. Paulatinamente deben dotarse de los recursos y herramientas que podrán adaptarse a estas nuevas obligaciones. A continuación, comentamos detalladamente las diferentes cuestiones que deben tener en cuenta los talleres en materia de prevención de riesgos laborales.

La nueva normativa en prevención de riesgos en el taller

El II Convenio Colectivo Estatal de la Industria, la Tecnología y los Servicios del Sector Metal publicado en 2017 recoge como como una de las cuestiones más importantes la seguridad en los talleres mecánicos. Por este motivo, se fijó el octubre de 2020 como fecha límite para que todos los mecánicos adquieran una formación actualizada en prevención de riesgos laborales.

El ritmo conveniente, deseado e incluso estipulado de este plan es que una sexta parte de la plantilla debería recibir formación cada seis meses. Según estas previsiones, a estas alturas más de un tercio de los profesionales del sector de la automoción debería estar formado en este tema. Cabe señalar que el puesto, la responsabilidad o la capacitación de cada profesional hará diferir el contenido y la duración de los cursos, e incluso su grado de conocimiento mínimo.

Estos cursos están relacionados con las prácticas seguras en el taller, equipos de seguridad imprescindibles, normas de actuación en caso de accidentes, planes de emergencia, etc. Están destinados a directivos o administrativos, operadores de electromecánica, chapa y pintura, y profesionales que encargan de labores de prevención. La configuración de los cursos para cada caso es diferente: cambian las horas de duración y el modo de cursarlas, presenciales o a distancia.

Asimismo, para que todo lo aprendido no caiga en el olvido, la nueva normativa obliga que cada tres años se realice un curso de reciclaje. La Tarjeta Profesional del Sector del Metal reflejará haber cursado todas estas formaciones para talleres de acuerdo con las nuevas obligatoriedades.

La seguridad social y los inspectores de trabajo, mediante inspecciones y visitas a los centros, serán los encargados de comprobar si realmente los trabajadores están preparados sobre este asunto. En caso de que se advierta alguna deficiencia, se ofrecerá un plazo de tiempo para resolverla; si no es así, se procederá a un acta de infracción acompañada de una sanción administrativa. También es posible que el taller sea obligado a parar su actividad si se advierte un peligro de seguridad para los mecánicos.

No debemos entender la nueva normativa de prevención de riesgos en el taller como algo nimio. La seguridad y la salud de los trabajadores está en juego. Formarnos en esta materia también nos hace mejores profesionales.

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